Tres tiros acabaron con la vida de Gilberto Abadía, quien se encontraba, a las 2:30 p.m. de ayer, vendiendo billetes de lotería en la estación de combustible Terpel, ubicada en Belén de Tocumen.
A esa hora algunos testigos observaron cómo un sujeto encapuchado se acercó a la víctima y le propinó los tiros prácticamente a quemarropa.
Tras cometer el asesinato, corrió muy rápido y se perdió de la escena del crimen.
Según testigos, Abadía frecuentaba mucho esa área porque tenía una buena clientela.





