Los musulmanes, casi un cuarto de la población mundial inician entre ayer y hoy el ramadán, un mes en el que dejan de comer y beber entre el alba y el ocaso, cambian sus comportamientos sociales y prodigan sus muestras de piedad para sentirse más cerca de Alá.
Durante el ramadán se multiplican los ritos religiosos, la lectura del Corán y los actos de devoción y recogimiento para lograr la purificación del cuerpo y del alma, sentido último del mes más sagrado.