La basílica romana de Santa María Mayor lleva ocupada más de una semana por 50 familias que no tienen un techo donde dormir, en total son 120 personas entre las que se encuentran unos 15 niños.
Estamos aquí porque nos han dicho que la iglesia es la casa de Dios y no se puede echar a nadie de ella, dice Omero, uno de los okupas del templo, según informaron medios locales.