Cada dos minutos y medio muere un niño en el mundo debido a los problemas de salud pública que genera la falta de retretes, lo que obliga a millones de personas a defecar al aire libre, alertó el subsecretario general de Naciones Unidas, Jan Eliasson.
La falta de retretes a veces no se percibe como un problema, pero tiene un terrible impacto en la salud, añadió Eliasson en el lanzamiento en la sede de Naciones Unidas de una campaña sanitaria para que todo el mundo tenga y use este tipo de instalaciones.