Los Rolling Stones, que interrumpieron en marzo su gira mundial de conciertos del 2014 debido al suicidio de la novia de Mick Jagger, regresaron el lunes al escenario con una presentación de alto voltaje que se prolongó por más de dos horas en la Arena Telenor de Oslo.
En un concierto ante 23.000 espectadores, Jagger no mencionó la muerte de la diseñadora de modas L'Wren Scott, pero demostró su fluidez en el idioma noruego entre canción y canción.