El suizo Roger Federer afronta Roland Garros como quinto favorito y con las dudas de una segunda temporada consecutiva sin grandes triunfos, pero hoy tras el sorteo, trató de barrer las sombras mostrándose pleno de confianza.
"Me siento en plena forma, creo que mi juego está donde debe estar, no estoy en absoluto inquieto", aseguró el helvético, que en tierra batida llegó a la final de Montecarlo, donde fue derrotado por su compatriota Stanislas Wawrinka, y cayó en segunda ronda de Roma frente al francés Jérémy Chardy.