El inicio del diálogo entre el presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, con los obispos del país, duros críticos del Ejecutivo, quedó en el limbo tras la contundencia de los planteamientos hechos por la jerarquía en temas que le son sensibles a la visión del Gobierno.
La Conferencia Episcopal, que esperó desde 2007, cuando Ortega retornó al poder, para reunirse con él, exigió al Ejecutivo garantizar transparencia electoral, el respeto a los derechos humanos y de informaciones verídicas sobre el proyecto del Gran Canal Interoceánico.





