Panamá es un punto estratégico en materia comercial y portuaria, así como de atracción para la llegada de personas de diferentes partes del mundo.
Es un país colorido, con mezclas de blancos, negros, amarillos, aceitunas, entre otros. Diversidad de grupos étnicos de diferentes nacionalidades se han radicado en el país.
La discriminación y el racismo no deben ser tolerados en la sociedad, indicó Ana Lorena Alfaro, directora del Servicio Jesuita a Refugiados Panamá.