El presidente de EE.UU., Barack Obama, sostuvo que sospecha que el papa Francisco, con quien se reunió este jueves en el Vaticano, está un poco incómodo con la parafernalia que rodea a su cargo y destacó su sencillez.
A juicio de Obama, la buena acogida que tiene el papa en todo el mundo se debe en parte a que la gente considera que el pontífice ante todo se ve a sí mismo como un sacerdote y discípulo de Cristo.
Obama invitó formalmente al papa a visitar EE.UU., porque los estadounidenses estarían encantados de recibirle.





