El grupo de siete cubanos que inició una protesta el lunes, frente a la Cancillería de la República, se mantuvo en su medida ayer.
Con la boca cosida con alambres, manifestaron su enojo con las autoridades panameñas ante la falta de respuestas. El secretario de Comunicación del Estado, Luis Eduardo Camacho, consideró la protesta como un abuso a la solidaridad que le ha dado Panamá y aseguró que sí se les dio permisos de trabajo.