Las lluvias que afectan a Bolivia desde octubre pasado, además de 31 fallecidos y seis desaparecidos, han dejado 45,000 familias damnificadas, 9,000 reses muertas y 5 millones de dólares en pérdidas para el sector ganadero de la región amazónica de Beni (noreste), informaron fuentes oficiales y empresariales.
El Gobierno boliviano decretó la semana pasada la emergencia nacional por causa de las lluvias.