La sonrisa que dibujaba Celso El Espagueti Chávez la noche del viernes en un hotel de la localidad, tenía una razón de mucho peso: acababa de ganar por sexta ocasión seguida el premio al mejor Entrenador del Año en Panamá.
Creo que este es el octavo premio que gano, dijo Chávez, entre risas.