María Batista cuenta que en la preparación de la comida en todo el día participa mucha gente, desde niños hasta adultos, y se pasa bien, porque predomina la unidad y el cariño de pueblo.
A media mañana debe estar lista la gran sopa de costilla de res, que se sirve acompañada de un rico arroz blanco. También se hace para variar la sopa de pata de vaca, de la cual se dice es un reconstituyente natural y da fuerzas al hombre trabajador.