Con un traje gris claro y camisa rosa, Vicente Fernández aparece cantando El rey entre mariachis; sonríe y hace bromas; se quitó el bigote, lo rodea su familia, se dice agradecido y muestra hasta las puntadas de una reciente operación en la rodilla que aún le duele un poco.
Afirma que nunca sintió miedo de morir porque no le ha hecho mal a nadie, pero espera que se le tomen en cuenta sus buenas obras a la hora que deje esta tierra.