Se informó que con este santeño conocido por todos sus clientes trabajan unas seis personas.
Su mayor orgullo es que logró educar a sus tres hijos gracias a la venta de empanadas, lo que es digno de ejemplo para muchas personas que no cuentan con un trabajo.
También unos 40 jóvenes que trabajaron con él, hoy en día son excelentes profesionales por haberse preparado.