Dios me tiene que querer mucho, me bendijo con la dicha de ser madre, llenó mi vida de luz cuando llegaste a mi vida y sanó heridas que jamás pensé que sanarían tan rápido.
Hoy entiendo a mi madre, quien sé que desde el cielo ella me ve, debe estar orgullosa de mí, por como me estoy desenvolviendo como mamá, pienso que bien y sé que ella cuida de mi pedacito de cielo.
Es su abuelita su ángel de la guarda...





