Jorge Mario Bergoglio vuelve hoy a América Latina, pero como papa Francisco, para presidir en Río de Janeiro la XXVIII Jornada Mundial de la Juventud (JMJ), que ya bautizó como semana de la juventud, a la que se espera que asistan más de dos millones de jóvenes de todo el mundo.
Ayer, en la vigilia del viaje y ante varias decenas de miles de personas reunidas en la Plaza de San Pedro para el rezo del ángelus, el obispo de Roma pidió a los fieles que le acompañen espiritualmente con las plegarias durante el mismo.