El tabaquismo es una enfermedad crónica, adictiva y recurrente que aumenta el riesgo de desarrollar neumonía. Esto ocurre porque el humo del cigarro contiene hasta 4,500 sustancias tóxicas, la mayor parte de ellas con capacidad de producir alguna enfermedad en el ser humano.
Muchas de esas sustancias alteran los mecanismos de defensa de los pulmones y facilitan las infecciones bacterianas respiratorias que son mortales.