El 80 por ciento de los fumadores que renuncian al tabaco ganan en promedio siete kilos de peso, situación que está exclusivamente relacionada con la modificación de la flora intestinal, según han descubierto investigadores del Hospital Universitario de Zúrich.
Esa ganancia de peso corporal no se debe, por tanto, a un aumento del consumo de calorías para compensar la abstinencia del tabaco.