Para darse cuenta del valor de un año: preguntarle a un estudiante que ha fallado en un examen final.
Para darse cuenta del valor de un mes: preguntarle a una madre que ha dado a luz a un bebé prematuro.
Para darse cuenta del valor de una semana: preguntarle al editor de un diario semanal.
Para darse cuenta del valor de una hora: preguntarle a amantes que esperan para verse.
Para darse cuenta del valor de un minuto: preguntarle a una persona que ha perdido el tren, el ómnibus o el avión.