No es el mes de la patria para hablar de Panamá y aunque no soy un gran fanático del fútbol, no puedo pasar por alto la emoción que tienen miles de panameños -yo soy uno- al observar cómo crece deportivamente el país.
Era un niño y recuerdo cuando Panamá se enfrentaba a la selección de fútbol de México, era complicado ganarle a ese gigante de la Concacaf; ahora he podido vivir la emoción de que mi país haya vencido en dos ocasiones en un torneo al supuesto fuerte de la región. ¡Increíble lo que ha sucedido!