Un hombre estaba escuchando a un yogui que declaraba: -Os puedo decir que el mantra tiene el poder de conduciros al Ser. El hombre incrédulo protestó: -Esa afirmación carece de fundamento.
- ¿Cómo puede la repetición de una palabra conducirnos al Ser?
- Eso es como decir que si repitiéramos pan, pan, pan, se haría realidad el pan y se manifestaría.
El yogui se encaró con el incrédulo y le gritó: -Siéntate ahora mismo, sinvergüenza.





