Piden más vigilancia. Ana María Martínez, quien esperaba ayer a un familiar en la planta baja del Hospital Santo Tomás, aseguró que en ocasiones la vigilancia de los hospitales no es tan buena, ya que detienen a las personas comunes que van a hacer algún trámite, pero a los locos no.
Ella dijo haber visto cómo muchos suben a las diversas salas a predicar a toda boca en fachas extrañas y otros más locos se han quitado la ropa en público.