Primero, les pido disculpas a mis lectores. El viernes pasado por un error mío, 100% mío, no se pudo publicar mi columna. Reitero, soy 100% culpable.
Y escribiéndoles de culpas, ya pasó la euforia de los colegas de la fuente de deportes por los encuentros -para ir al mundial- de nuestra selección mayor de fútbol. Ya bajaron las televisoras sus excesivas promociones que más que ayudar a los jugadores, creo les causaban mayor estrés y presión del que por sí tenían.