Los Gobiernos latinoamericanos con mayor afinidad con el difunto presidente venezolano Hugo Chávez (Argentina, Bolivia, Ecuador y Cuba) fueron los primeros en felicitar a su sucesor, Nicolás Maduro, por su victoria electoral, aún no reconocida por la oposición.
Fuera de la región, Rusia y China también se apresuraron en enviar su felicitación a Maduro, mientras que algunos Gobiernos europeos, como España, Francia y el Reino Unido, reaccionaron con cautela e instaron a esperar los resultados definitivos y a evitar la polarización del país.