Señora Moza, llevo meses tratando de escribirle, y no es hasta ahora cuando puedo enviarle a su e-mail mi problema.
Tengo once años de haberme separado de mi esposo, desde entonces no he podido conseguir a un compañero que valga la pena.
Esto me preocupa, pues los pocos hombres que se me han acercado no han querido tener conmigo nada serio, solo quieren pasar el rato.
Mi desesperación me ha llevado a visitar varios brujos y algunos curanderos, todos coinciden en que mi ex esposo me hizo una brujería para que yo no pueda volver a casarme.