Como un animal sin sentimientos. Así describían en forma despectiva los moradores de El Mirador, en Torrijos Carter , la acción de una mujer que acabó con la vida del hijo que llevaba en su vientre desde hacía ocho meses.
La gente salía de las casas y luego se volvía a encerrar, todos a la expectativa de lo que realmente había enterrado detrás de una residencia, donde uno de los moradores observó una tierra removida y llamó a las autoridades.