Ayer, DIAaDIA se trasladó a la casa de Rolandito, ubicada en Chilibre, la mamá no estaba, por lo que la abuela del niño, Marta Jiménez, fue quien recibió los víveres.
Al principio, Marta estaba un poco callada, pero cuando vio los jugos y la leche especial que toma su nieto, una sonrisa se asomó en su rostro. Estaba pensando qué iba a comer Rolandito, porque la leche se le acabó, esta que nos trajeron nos cayó del cielo, exclamó la abuela del niño.





