Destreza. Las manos de Rubén Blanquicet son maquinarias de producción, y es que gracias a ellas ha convertido su casa en un taller donde se elaboran todo tipo de objetos con fines artísticos y con los que recoge una entrada extra para su casa, ubicada en Palmira de Colón.
Rubén trabajó por muchos años en la Policía Nacional de Panamá, y luego de más de 20 años de servicio se jubiló como subteniente y fue allí que decidió convertirse en un profesional de ebanistería.





