Hola, señora Moza, te escribo porque necesito de tu ayuda.
Desde hace cuatro meses, estoy viviendo una vida de tormentos al lado de mi suegra, la señora está que opina en todos mis asuntos personales.
Vivo con ella por circunstancias de la vida. Te cuento que mi casa sufrió un accidente, en estos momentos la están reparando.
Yo le comenté a mi esposo para que hablara con su mamá, puesto que quiere estar regañándome como si yo fuera su hija.
Moza, mi mamá hace cuatro años falleció, después de ella, nadie tiene el derecho de regañarme.





