El presidente de la Cámara Nacional de Transporte (Canatra), Dionisio Ortega, dijo que aunque ha habido atraso en el pago de las compensaciones a transportistas que ya han salido del sistema, los acuerdos consensuados como el monto a pagar y la no venta de los buses se ha cumplido.

“No sabemos si el nuevo ministro conoce del proyecto”, expresó.

Según la señora, cuando Gabriel procedió a pagar la carrera, la autoridad sacó el arma para atacarlo y en medio de un forcejeo, recibió el mortal impacto en el pecho.

La consternada madre de los menores de edad acribillados negó que ellos estuviesen involucrados en actos delincuenciales o que pertenecieran a grupos pandilleros en la capital como se ha dejado entrever.

Se conoció que Mara Murillo, pareja del sujeto, sostuvo por varios minutos una discusión con él en una casa ubicada en sector 42 de Santa Marta, más tarde, los ánimos se caldearon, y la fémina hirió mortalmente al hombre quien fue conducido por un patrulla al Centro de Salud de San Isidro, en donde falleció.

Solo dos días después de la llamada, su hermano Bladimir Onassi Iturriaga Pineda, de 26 años, se colgó del Puente de las Américas y acabó con su vida. Él era profesor de Educación Física del Hogar San José de Malambo y acababa de graduarse de la universidad.

En una remota comunidad de la comarca Ngäbé Buglé fuimos testigos de una cruda escena que se repite en muchas áreas indígenas de la República de Panamá, donde el 96% de la población es pobre y más del 50% de los niños están desnutridos.

Biberón con agua y azúcar

Sobre el césped húmedo, un bebé dentro de una chácara lloraba desconsoladamente, mientras su hermanita de unos cinco años que lo cuidaba, trataba de consolarlo. Entre el gentío que los rodeaba, la niña visiblemente desencajada, buscaba con la mirada a alguien que la ayudara.

T anzan Y Ekido iban un día por un camino embarrado. Caía una fuerte lluvia. Al llegar a un recondo, se encontraron a una joven encantadora con kimono y faja de seda, que no podía atravesar el cruce.

“Vamos, muchacha”, dijo Tanzan enseguida, y alzándola en brazos la pasó.

Ekido no volvió a hablar hasta la noche, cuando llegaron a alojarse en un templo. Entonces no pudo contenerse más. “Nosotros los monjes no debemos acercarnos a las mujeres”, le dijo a Tanzan, “especialmente a las jóvenes y bonitas. Es peligroso. ¿Por qué hizo usted eso?”.

No hay como estar casado durante varias décadas para darse cuenta de que el matrimonio cuesta sexo, sudor y lágrimas.

Y, ojo, es más lágrimas y sudor que sexo bueno. No se crean las solteras que al casarse vivirán un cuento de hadas porque el hombre que elijan será perfecto. Tampoco se crean los solteros que la mujer con la que contraigan matrimonio les tendrá la casita limpia, la ropa planchada y la comida lista para ser servida cuando lleguen del trabajo.

Cansados de ver y escuchar tantos crímenes, los panameños piden a las autoridades que les pongan la mano dura a los delincuentes, pues no se sienten seguros en el país.