El pasado Viernes Santo, Palm y James Eduard Smith (copiloto) intentaron viajar en una aeronave hacia Penonomé, pero al percatarse de una falla, regresaron, y al momento de descender, la nave estalló, falleciendo ambos calcinados en el aeropuerto Marcos A. Gelabert.
El cadáver fue incinerado, depositado en una cripta y colocado en una mesa donde también yacía una foto del joven piloto.