En cierta ocasión, alguien preguntó a Galileo Galilei: ¿Cuántos años tiene su señoría? "Ocho o diez", repuso Galileo en evidente contradicción con su barba blanca.
Y luego explicó: "Tengo, en efecto, los años que me quedan de vida; los vividos no los tengo, como no se tienen las monedas que se han gastado".
Crecemos en sabiduría si valoramos el tiempo como Galileo. Decimos con asombro: ¡Cómo pasa el tiempo!
Pero en realidad somos nosotros los que pasamos. El astrónomo italiano sabía que acá estamos de paso. Somos peregrinos y es bueno pensar en la meta que nos espera.





