Bueno señores, se acabaron los Carnavales y con ellos, la plata de miles de panameños que mínimo pensaban que el mundo se acabaría en cuatro días, ¡pero no! La vida sigue y ahora hay que enfrentar la realidad de pagar las cuentas y sobre todo, el cuco de los padres de familia: la escuela.
El lunes se inicia un nuevo periodo escolar y a estas alturas muchos padres ni siquiera le han comprado un lápiz a sus hijos, y no solo por la clásica del panameño que todo lo deja para última hora, sino porque simplemente la plata quedó "invertida" en licor y quién sabe en cuántas cosas más.