Las mujeres son el diablo, prima hermanas del demonio, con una navaja vieja, pelaron a San Antonio.
Traigo a colación este curioso estribillo porque me entró nostalgia al recordar que en la escuela de mis tiempos, cada mes se celebraba lo que llamábamos verbena, que no era más que un acto cultural con venta de comida y refrescos, con la participación de maestros, alumnos y padres de familia.
Recuerdo que a mí me gustaba participar, aunque mi madre pusiera el grito en el cielo porque eso representaba gastos en vestuario, zapatos, etc.





