Las personas que visitan el Mercado Público de La Chorrera, tienen que pasar por encima de un charco de aguas negras que se desborda de una alcantarilla. Los afectados piden a las autoridades que solucionen el problema. (Foto: JESÚS SIMMONS)

Hace mucho, mucho tiempo, un niño paseaba por un prado en cuyo centro encontró un árbol con un cartel que decía: Soy un árbol encantado, si dices las palabras mágicas, lo verás.

El niño trató de acertar el hechizo y probó con abracadabra, tan-ta-ta-chán, supercalifragilisticoespialidoso y muchas otras, pero nada. Rendido, se tiró suplicante, diciendo: “¡Por favor, arbolito!”, y entonces, se abrió una gran puerta en el árbol.

“Exígete mucho a ti mismo y espera poco de los demás.
Así te ahorrarás disgustos”.

Confucio

Por increíble que parezca, hay momentos en que ser panameño se ha convertido en una piedra en el zapato de un caminante.

Con el auge económico del país y el consecuente aumento de turistas y residentes extranjeros, los dependientes de los almacenes, de los restaurantes y hasta los taxistas, nos atienden como si fuésemos personas de “segunda categoría”.

Panameños opinaron a DIAaDIA que de nada sirve el incremento salarial si los productos cada vez aumentan más de precio y tienen que hacer peripecias para comer.

Un menor de 15 años, de nacionalidad panameña, transportaba por la frontera tico-panameña 180 dosis de la droga conocida como “crack”.

El joven, de apellido Guerra, fue detenido por unidades de la Fuerza Pública de Costa Rica, cuando se encontraba en una pulpería (supermercado) ubicada en el barrio Cartín de Paso Canoas, Cantón de Corredores, provincia de Puntarenas, área cercana a la frontera con Panamá, mantenía en su poder un paquete de cigarrillos que contenía en su interior la sustancia ilícita.

Una gira médica asistencial realizada por estudiantes de la Facultad de Enfermería de la Universidad Nacional de Panamá, con sede de Veraguas, atendió a decenas de niños, jóvenes y adultos, de bajos recursos económicos residentes en la Barriada La Unión de Santiago.

Celso Rodríguez, presidente de la junta local de la comunidad de La Unión de Santiago, dio a conocer que la comunidad está olvidada por las autoridades puesto que no cuentan con los beneficios que tienen otras áreas.

Existe un compromiso con la juventud y con el país de disminuir los niveles de delincuencia, porque queremos tener un país en paz y armonía para beneficio de toda la población, señaló Francisco Vigil, alcalde del distrito de David, en la provincia de Chiriquí.