Cuentan que había una vez un rey muy apuesto que estaba buscando esposa. Pasaron las mujeres más hermosas del reino por su palacio para cautivarlo y ser la reina.
Cierto día apareció una mendiga y para ganarse el amor del rey le prometió: Pasaré 100 días en tu balcón, sin comer ni beber nada, expuesta a la lluvia, al sereno, al sol y al frío de la noche. Si puedo soportar estos 100 días, entonces me convertirás en tu esposa".
Y el rey aceptó el reto. Llegó el día 20, el 50. La gente del reino estaba feliz, pues pensaban: "Por fin tendremos una reina"... 90 días...