Con esta onda de teléfonos inteligentes, nos hemos convertido en dependientes de esta moda que ya no es moda, es una necesidad.
En una de mis visitas a una empresa de telefonía celular para renovar y seguir en esta onda, me asombré mucho de cómo las personas adaptan todo a sus necesidades, y si pensaban que esto es solo para hombres, las mujeres no se quedan atrás.





