Y es que este humilde hombre, con mucho esfuerzo, logró hacer lo que muchos han querido: tener su propio negocio.
Desde hace un año, José y su esposa levantaron un pequeño puesto de comida. Allí con su inigualable diligencia atienden a sus clientes desde las 5:30 a.m. hasta las 4:00 p.m.





