Amiga Moza, necesito confesarme porque quiero que me ayudes.
Te cuento que, desde hace varios años, tengo un amigo con quien hablo en confianza. Con decirte que hasta de sexo conversamos.
El problema es el siguiente: tenía como dos años que no sabía nada de él porque estaba en el exterior, pero ahora que regresó me llamó y me dijo que quería verme, le dije que yo también quería hablar con él.
Así que hace unos días nos reunimos y después de un efusivo saludo con un gran abrazo y besos, por supuesto en el cachete, conversamos largo y tendido.





