Con el proyecto de ley de dispositivos médicos, la sociedad espera que se acabe el mercado negro en compra y distribución de estos.
Aunque Marcel Penna Franco, jefe del servicio de psiquiatría del Hospital Santo Tomás, reconoció que no conocía a profundidad este anteproyecto, piensa que si la ley acaba con el pobre abastecimiento de los hospitales, sería muy bueno.
Además, cree que es importante comprar los medicamentos por la calidad y no por precio. "No a todos los medicamentos se les exige que tengan certificado de intercambiabilidad, ni se discute o investiga", acotó.
El doctor dio como ejemplo que cuando se compra un medicamento menos costoso, es menos efectivo y hay que duplicar las dosis.
"Si se mejorara todo esto, bienvenido sea".
Para Karina Cerrud Delgado, de la Asociación de Pacientes de Hemodiálisis, siempre se ha visto que las autoridades de Salud compran medicamentos en función de los que son menos costosos.
Entre tanto, Marcos Moreno, vocero del Movimiento de Pacientes Crónicos, recordó que hace tres años su grupo ha estado luchando para que se intervenga por la calidad y no el precio, en los insumos y medicamentos.
Agregó que "hay que mirar con lupa a quiénes se les va a brindar el beneficio de la compra y se publique cuáles serán esas empresas farmacéuticas".
Y es que los dispositivos médicos son considerados un componente fundamental para la prestación de los servicios de salud.
Panamá tiene una población mayor de 40 años con padecimientos de obesidad, hipertensión, entre otras enfermedades.
Unos 57 mil padecen de hipertensión arterial, 25 mil 500 con diabetes, 67 mil con dislipidemia, 84 mil con obesidad.
Actualmente la CSS atiende, en 16 salas de diálisis, alrededor de 1,780 pacientes de hemodiálisis.
Caja de Seguro Social hará 5,000 cirugías en un periodo de entre 6 y 9 meses.
La proyección al 2019 es culminar el Censo de Salud Preventivo.