La ciudad de Panamá camina a convertirse en amigable para los peatones y depender menos del uso de los automóviles.
Esta es una tendencia a nivel mundial de la que la ciudad de Panamá no quiere escapar.
Y es que en el mundo hay países que tienen ciudades muy amigables con sus peatones como: Copenhague Dinamarca, Helsinki Fin- landia, Hamburgo Alemania, entre otras.
En estas ciudades, las personas llegan a sus trabajos caminando o en bicicleta, algo que aspiran las autoridades del Municipio de Panamá, con el proyecto Revitalización del Espacio Público.
Esta tendencia de peatonalización tampoco es ajena a América Latina, pues ya hay países como Argentina y Colombia que son ejemplos de ciudades peatonalizadas.
El arquitecto José Insturaín, subdirector de Planificación Urbana de la Alcaldía de Panamá, manifestó que lamentablemente la ciudad había estado abandonada en cuanto al tema del uso del espacio público.
Explicó que en el área de la cabeza de Einstein, que será impactada por el proyecto, será arborizada con unos 40 árboles, también habrá bancas y será accesible para los peatones.
Por su parte Raisa Banfield, vicealcaldesa de Panamá, dijo que Panamá tiene tres metros cuadrados de áreas verdes por habitantes, cifras que están por debajo de los 10 metros que exige la Organización Mundial de la Salud.
Según Banfield, la ciudad tiene 1 millón de habitantes, y para el 2,050 tendrá 1 millón más, por ello hay que apostar a una ciudad que facilite la movilidad por otros medios.
"Caminar, bicicletas, transporte colectivo, no se puede pensar en el uso del carro individual por persona, porque no es sostenible aquí ni en ningún lugar del mundo".
La funcionaria afirmó que las normas de movilidad deben adecuarse, porque se usan leyes viejas para regular un problema nuevo.
El proyecto de recuperación de los espacios públicos han tenido sus detractores, sin embargo, el tiempo dirá si la peatonalización será positiva para la ciudad de Panamá.
Según Banfield, Panamá debe actualizarse, porque no se puede aspirar en una ciudad del siglo XXI con pensamientos y reglas de una ciudad del siglo XX. Esto implica sacrificios e incomodidad.
Se creó la Dirección de Gestión Ambiental, lo que ha llevado a la sistematización del arbolado de la ciudad. Se está trabajando en el diagnóstico de su condición fitosanitaria, que determinará cuáles deben ser talados.