El sueño sano para todo niño es estudiar, disfrutar de los buenos momentos, convertirse en un gran profesional y regresar parte de la ayuda dada por sus padres, mediante el proceso de formación.
No para todos eso es una realidad, pues hay muchos a los que les toca vivir una situación distinta que los obliga a salir a las calles a buscar el sustento diario para el hogar.
Tanto estudios internacionales como nacionales revelan que la desintegración familiar, situaciones de pobreza, violencia doméstica, deserción escolar, explotación sexual, entre otras causas son las principales razones que llevan a un niño a buscar la manera de generar sus propios ingresos.
Marisol Lineros, consultora de trabajo infantil TI del Consejo Nacional de la Empresa Privada, hizo énfasis en que lo importante es trabajar en el presente de los niños para que puedan ser el futuro del país.
A su juicio, esto trae una preocupación para el sector empresarial, donde hace falta el recurso humano y no se puede dar el lujo de que los niños no estén educados.
La dirigente empresarial considera que lo primordial es el trabajo coordinado y articulado entre el Estado, la empresa privada y la sociedad civil con las alianzas público-privadas y siguiendo los objetivos de desarrollo sostenible.
Para la directora general de la Secretaría Nacional de Niñez, Adolescencia y Familia Senniaf, Yazmín Cárdenas, uno de los aspectos que más preocupa es el fortalecimiento de la familia en la sociedad y llevar sistemas de protección local en todas las municipalidades.
El país mantiene una meta propuesta para el año 2020 de disminuir al mínimo el TI. Actualmente, ha descendido un 12% en comparación con el año 2014; solo hace cinco años eran alrededor de 60 mil menores de edad los que estaban laborando en las calles.
- En el país se estima que hay alrededor de un millón 200 mil niños.
- En el 2016, la Senniaf atendió más de 600 niños por trabajo infantil.
Las entidades públicas han unido esfuerzos para disminuir las cifras de trabajo infantil, aún falta mucho por hacer.
Las áreas comarcales, Chiriquí, Coclé, Colón y algunas zonas de la capital es en donde mayor incidencia se reporta.