En Panamá llegar a ser un adulto mayor puede representar un gran problema, ya que muchos no tienen quién los cuide, o por el alto costo que conlleva estar enfermo.
Sentado en una esquina del corregimiento de Santa Ana, Eriberto Rodríguez conversa con otros abuelos. Según él, tiene 75 años y tres hijos, pero como es jubilado y puede comprar aunque sea el arroz para que sus descendientes coman, se han olvidado de él.
Rodríguez teme el día en que ya no pueda valerse por sí mismo, pues sabe que nadie de su familia velará por él, "prefiero morir antes", concluyó el señor.
Alcibiades Vásquez Velásquez, ministro de Desarrollo Social, quien participó de la instalación y juramentación de los miembros que integrarán la directiva del Instituto del Adulto Mayor, aseguró que para ellos ahora es prioridad la protección de los derechos que asisten a las personas mayores.
Vásquez afirmó que cada día se incrementan las denuncias de maltrato a estas personas y que en muchos de los casos vienen de su entorno.
La psicóloga Beatriz Almengor sostuvo que las tasas de maltrato pueden ser mayores entre los ancianos residentes en instituciones, que en los que están en la comunidad, pero la familia también puede ser causante del daño.
"Los ancianos, por lo general, tras cumplir una edad muy avanzada, parecen ser un obstáculo en la vida de los hijos y familias, por eso hay que intervenir en las etapas tempranas para que las familias entiendan que los abuelos merecen respeto y atención".
Hay que recordar que la violación de la Ley 36 de 2016 de protección al adulto mayor trae consigo multas de hasta de $5,000.
Se prevé un aumento del problema por el envejecimiento.