Viven entre moscas y malos olores

Marieta González tiene 35 años y tres hijos.

Ella, junto a su esposo y su hijo más pequeño de solo seis meses, viven en una casa de zinc a unos cuantos metros del vertedero de Penonomé.

Esta familia es una de las que más cerca vive del vertedero y aunque aseguran llegaron hace seis meses a trabajar en una finca, ahora les preocupa qué pueda pasar con ellos; por lo tanto, piden una casa, pues cuentan con un terreno alejado del lugar habitado, pero no cuentan con recursos para salir adelante.

La casa es de zinc y solo tienen una vieja cama en donde duermen y comen en medio de las moscas y los malos olores, pero aseguran que por falta de dinero no pueden mudarse a otro sector.

"Tenemos un terreno, mas no dinero para construir una casa y estamos solicitando apoyo al MIVI y al MIDES para que podamos salir adelante y huir del vertedero", dijo muy afligida la mujer.

La familia de Marieta habita en medio de la miseria.

Por eso, fueron visitados por la Defensoría del Pueblo en Coclé quienes recibieron la solicitud del esposo de esta humilde mujer, que asegura estar desesperado; ya que su hijo, desde que nació, se ha enfermado en muchas ocasiones.

Él señor acredita este mal a las moscas y malos olores.

Paul Bouche, encargado de la oficina de la Defensoría del Pueblo en Coclé dijo que al ver esta situación en la que vive esta familia, se iniciaron las solicitudes con diferentes instituciones para que se le dé el apoyo antes de que sea tarde, pues el menor y su madre están enfermos y necesitan urgente atención.