- Esta mujer guarda con mucho respeto la corona, las luces y todo lo que le colocan al anda.
Luzmila Álvarez es una fiel devota del santo Cristo de Esquipulas de Antón. Desde que era niña, junto a su madre y hermanas guardaba los sudarios, la corona y la cabellera, la cual peina con su hija para luego vestirlo el seis de enero -cuando lo bajan- y hacerle el cambio para la procesión el 15 de enero.
Esta mujer antonera toda su vida la ha dedicado al Cristo de Esquipulas y decidió seguir la devoción y tradición porque, según ella, es milagroso y le ha concedido la salud a su familia y traído desarrollo a todo el pueblo.
Doña Milín, como todos la llaman, indicó que cambiar la cabellera de la imagen del Cristo, al igual que los sudarios, es una tradición que lleva más de 70 años. Confesó que ha perdido la cuenta de cuántos sudarios hay, pues en un año a veces hasta donan dos o más; en cuanto a la cabellera, informó que se la cambian dos veces al año.
La verdad es que este trabajo lo hacemos mi hija y yo con mucho amor, y todos los años peinamos y arreglamos la cabellera o peluca del santo Cristo, que es natural, donado por los fieles devotos. Nosotras la peinamos y hacemos los rulos con virulí, y le ponemos gel y fijador para que se mantenga durante todo el año.
Esta mujer guarda con mucho respeto la corona y las potencias del Cristo, además de las luces y todo lo que le colocan a las andas en las que lo pasean el 15 de enero, día de su procesión, a la que acuden alrededor de 20 mil personas de todo Panamá, hasta de otros países.
Para doña Milín es un orgullo y una bendición cuidar de los sudarios y accesorios del Cristo y peinarlo. Igualmente, relató que Armonía Pedreshi y Julia Gaona son quienes la apoyan el 6 de enero con el arreglo del santo. Aseguró que seguirá hasta que Dios se lo permita. Espera que cuando no esté, su hija y nietos sigan la tradición religiosa en Antón.