Juana González es una de las clientes que ha tenido Abelardo Soto y pagado 60 dólares por un cuadro sobre la naturaleza, el cual le llamó mucho la atención pues ella asegura que estos pintores pintan lo que les sale del alma y el solo hecho de pintar de la naturaleza le da a entender que ellos cuidan y protegen celosamente el ambiente.
La señora Juana asegura que no ha tenido la oportunidad de ir hasta la comunidad de El Águila en el norte de Penonomé, pero que conoció al señor Soto y su familia en la Feria de la Naranja, donde apreció los cuadros y pinturas sobre calabazas que allí exhibió y quedó impresionada del trabajo tan fino y delicado de estos campesinos y que es digno de admirar, pues con ello llevan el sustento sus casas.