- Más de dos mil personas llegaron a comprar pescado seco para comer en los días santos.
La feria del pescado seco, que se realizó durante esta semana y que concluye hoy en Soná de Veraguas, ha tenido un impacto positivo en la economía de unas 100 familias dedicadas a la pesca artesanal en la región costera de este distrito.
Según Adrián Montilla, pescador artesanal quien ha participado en esta feria por 35 años, en esta ocasión les ha sido de mucho beneficio porque se les permitió utilizar los terrenos de la feria de Veraguas, con sede en Soná, para exponer todos sus productos del mar y atender mejor a los visitantes.
En el evento participaron pescadores de comunidades sureñas como Bahía Honda, Salmonete, Madre Vieja y otras, que mantienen una tradición ferial de más de 40 años para días de Semana Santa, en los que se ponen a la venta más de 6,000 libras de pescado seco.
Montilla explicó que el pescado seco es muy consumido para el tiempo de Cuaresma y Semana Santa, y su venta en esta feria fue aprovechada por personas que vienen de áreas rurales del distrito de Soná, de Santiago y de la ciudad capital.
Él aprendió este oficio de sus padres y abuelos, quienes siempre venían para este tiempo a ofrecer sus productos en el área de Calle del Puerto, a un costado de los terrenos de la feria de Soná. Expresó que esta es una de las pocas oportunidades en las que el pescado se vende directamente al consumidor y por eso los ingresos son buenos.
Especies de pescado como pargo, corvina, cherna, roquero, jilguero, dorado, jurel y pez aguja fueron preparados con varias semanas de anticipación para exponerlos en esta feria.