Edgar Macre señala que el trabajo hecho con estos jóvenes lo motivó a seguir transmitiéndolo a otros muchachos, por lo que con los estudiantes más avanzados han logrado entrenar y abrir otros grupos en el sector de Buena Vista y otro que se reúne los sábados en el Instituto Rufo Garay, en Puerto Pilón, y en el colegio Abel Bravo de Colón.
Para comentar debes registrarte y completar los datos generales.