Mil errores, mil polleras

Amo con locura y pasión el folclor de mi país. Amo con locura las tradiciones, cultura y costumbres de este pedacito de tierra que tanto nos ha dado, con la que nos portamos tan mal y muchos son unos desagradecidos. Dejando esto claro, mi crítica al Desfile de las Mil Polleras va a las producciones de este desfile por parte de las televisoras, no así a los expertos que de ellas participaron porque tengo algo muy claro, ellos saben todo lo que yo no sé sobre folclor.

Cualquiera que sepa alguito de televisión debe reconocerlo. Producir una transmisión como el llamado Desfile de las Mil Polleras no es fácil. No es fácil porque estamos hablando de un producto como los desfile patrios: es todo lo mismo o parecido. Cambian solo las personas, la música que se toca es casi parecida o la misma, pero el resto es lo mismo, y sostener una transmisión con estas características tan complejas es superdifícil aquí, en China o en Estados Unidos, por eso los encargados de estos proyectos especiales tienen la obligación, además de contar con invitados con sapiencia en el tema y con talentos de la pantalla que generen empatía, se requiere obligatoriamente de un contenido extra o notas de color que complementen esa transmisión, de lo contrario se cae por monótona, por poco cambiante, por no tener ritmo por mucho que se ame o te guste el folclor.

Cualquier desfile en el mundo, incluso el Carnaval de Río, es un producto monótono. Es un producto plano. Es un producto que requiere que le inyectes algo más de lo que la gente puede ver en directo porque si no lo haces, quedan viendo en cada pantalla exactamente lo mismo, y solo se diferencia en algunos casos, con las payasadas que hagan sus presentadores, sus narradores y sobre todo en ese contenido preproducido.

Conociendo eso, yo no puedo dejar de aplaudir el esfuerzo del equipo humano y técnico de TVN, de Sertv y de Telemetro porque mantuvieron de manera sostenida una transmisión que bien pudieron haber presentado en una hora y media porque el resto, reitero, era lo mismo: polleras, música y gente bailando.

Así como hubo mil polleras, cada transmisión tuvo mil errores, de forma y fondo. Personalmente si a mí me hacen un examen sobre folclor basado en lo que vi y/o escuché de los expertos que tenían TVN, Telemetro o Sertv saco 0.8, no llego ni al 1.0 y les voy a explicar por qué.

Por un lado, cada uno tenía una versión diferente sobre la historia de las polleras. Cada uno tenía su versión sobre el significado de las telas, de los tembleques, de las joyas y al final yo, que tenía que ver las tres transmisiones, quedé más enredado sobre nuestros diferentes trajes típicos que un mafá, y estoy seguro de que no soy el único que quedó enredado. No estoy planteando que sean ciertas o falsas las versiones, lo que estoy planteando es que en esa abundancia de horas de transmisiones era tanta la información que decían los expertos de cada pantalla que si yo tengo hoy que definir la historia de la pollera de una región del país, no puedo porque en cada televisora se dijo algo diferente.

Pero este punto en específico también abre una ventana de posibilidades que si son buenos productores los encargados de "shows" folclóricos, la deben aprovechar, y es el usar sus espacios para aportar conocimiento muy bien disfrazado de entretención televisiva. Pueden con un ejercicio muy sencillo de revisión de la transmisión, ver las fortalezas y debilidades de ella y usarlas a su favor como contenido del "show". Eso es lo que hace un buen productor.

Ahora, vamos al contenido por pantalla. En el canal de la Tumba Muerto, TVN con su producto Hecho en Panamá, hicieron un extraordinario trabajo en cuanto a información complementaria con reportajes, entrevistas y notas de color, muy, pero muy bien logradas. Su deficiencia: los presentadores que siempre, erróneamente, quieren ser más reinas que las reinas y más reyes que el arroz con pollo. El desfile era para lucir polleras, no a ellos empollerados. Son dos cosas muy diferentes. Esto, sin contar lo mal que manejaron el tema de anunciantes.

En el canal de la 12 de Octubre, Telemetro, con su producto A Lo Panameño, sus presentadores hicieron un extraordinario trabajo tanto en tarima como de campo. Elena Lloraz es una reina. Punto, y deja muy claro que ella sí sabe del tema con sus entrevistas inteligentes, con sustento y sus compañeros en campo con entrevistas jocosas en las que resaltaron a los entrevistados, a sus vestidos, no a ellos. Su deficiencia: las notas de color y reportajes fueron muy flojos, predecibles, en comparación con la muy buena oferta de su competidor TVN.

La gran sorpresa fue la Televisión Pública, Sertv, que nos ofreció el desfile completo. Desde la primera delegación hasta el cierre con los patrullas de la Policía Nacional anunciando el fin del desfile. Sus presentadores varones en campo transmitían tanta emoción que contagiaban. Sí, había momentos que incluso se veía excesiva su euforia, pero no fingida. El esfuerzo de Sertv es de aplaudir porque están demostrando que quieren competir y ser una verdadera alternativa. Su deficiencia: La presentadora. Sra. ubíquese. Usted era la presentadora –con "banner" con su rostro incluido- de una transmisión de un desfile sobre polleras, no sobre usted que se creía la cuarta reina de Las Tablas. Tome nota alcalde que le va a salir la cuarta corona. ¡Ojue!

 

 

Así como hubo mil polleras, cada transmisión tuvo mil errores, de forma y fondo.